viernes, 28 de diciembre de 2012

La ciudad

En las últimas décadas, debido a la elección del ciudadano adulto y trabajador como parámetro de desarrollo y de cambio, la ciudad ha perdido una de sus características originarias, la de ser un lugar de encuentro e intercambio entre las personas. Ha renunciado a los espacios públicos que como punto de encuentro y de intercambio eran imprescindibles. Los patios, las aceras, las calles y las plazas han adquirido cada vez más, funciones asociadas al automóvil y al comercio, quitándoselas a los ciudadanos. La ciudad ha renunciado a ser un espacio compartido y sistémico, en el cual cada parte necesita de las otras, para destinar espacios definidos a funciones y clases sociales diversas, construyendo ghetos y zonas privilegiadas, vaciando los centros históricos dando vida a las modernas periferias. Las ciudades se han modificado y se han transformado en un ambiente malsano para la salud, debido a la contaminación atmosférica y acústica, a que están sucias y son peligrosas.
No sólo los niños han perdido la ciudad, sino también que la ciudad a perdido a los niños, y en ambos casos las consecuencias son muy negativas.
Al haber apartado a los niños a lugares protegidos, la ciudad puede ser todo lo hostil que se quiera permitir. Sin embargo, si no los apartamos, si los ponemos en medio de la ciudad, si recuperamos los espacios públicos como las calles y plazas, entonces haremos todo lo posible entre todos, y en colaboración, para que sea digna de ellos.

Fuente: "La ciudad de los niños" http://www.lacittadeibambini.org/spagnolo/progetto/citta.htm

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